Tras una breve historia personal (infancia, juventud, relaciones personales y experiencias que más han marcado tu vida):
Dime si los amas y qué experiencia tienes de ellos, dime si aún crees en la posibilidad del bien y la verdad ... Háblame de las cualidades que tiene para ti la belleza; dime a qué la vincularías (qué te parece más hermoso): la bondad o la maldad ... En la manifestación de ti misma qué es más importante para ti: lo que tú eres, por tanto, lo que expresas de ti o el efecto que produce en los demás y como consecuencia de ello en el modo en el que te vives a ti misma (13).
(13) El diálogo y la reciprocidad que lleva consigo la belleza: La belleza corresponde a la manifestación del ser (de una persona o de una cosa), a través de la cual se establece un diálogo o reciprocidad por el efecto que produce en aquel que la contempla. Diálogo que está afectado por la intención del que se manifiesta, según el efecto que quiere producir, aquello que quiere despertar en el corazón del que la contempla, lo cual condiciona el modo en que tiene lugar dicha manifestación. Donde la persona se ofrece a sí misma como objeto de aceptación o rechazo, deleite o disgusto, amor o cualquier otra clase de pasión, según la conciencia que tiene de sí y de su propio valor (condicionado siempre por el ambiente social y cultural).
La perversión del Bien, de la Verdad y la Belleza: La perversión del Bien consiste en el mal con apariencia de Bien, la perversión de la Verdad consiste en la mentira que toma origen o pretexto de la Verdad, la perversión de la Belleza consiste en aquella forma de manifestación que trata de suscitar cualquier clase de maldad o pasión en el corazón de los demás; donde la persona se vive y se ofrece a sí misma como objeto de dicha maldad o pasión, en lo que también pone su valor, interiorizando cada vez más esta conciencia de sí misma.
Dime si puedes reconocer en ti alguna de estas formas de perversión, en qué ámbitos de tu vida y por qué (con qué motivación o interés). Dime también (si puedes) cuál es la intencionalidad más frecuente que inspira la manifestación de ti misma.