Háblame del anonimato
(la necesidad de ocultar tu identidad para realizar algunas de tus obras) y de la duplicidad de la vida (la necesidad de ocultar una parte de tu vida, que nadie conoce, sino sólo aquellos que la comparten contigo) (12).
Háblame de la diversidad de tus imágenes (la estética que adquieres), según los diversos ámbitos de tu vida: de los roles asumidos o las distintas personalidades que en ti se manifiestan en dichas situaciones; dime con cuál de ellas más te identificas y por qué.
(12) Ocultamiento y duplicidad de la vida: El que obra el mal oculta sus acciones, realiza sus obras en la oscuridad y va por una senda doble dentro de su vida (una pública y otra privada, compartida solo por los que realizan el mal con él); camina en las tinieblas y no sabe a dónde va, porque la maldad ciega sus ojos.
Su lenguaje es ambiguo, está vacío, insinúa más de lo que dice, para que solo pueda comprenderlo quien camina por su misma senda. Esta duplicidad dentro de la vida tiende a fraccionar su personalidad, aunque antes no lo estuviera.